Inspirada en el blog de Anabella www.cocinartechile.blogspot.com, me he puesto a revisar los apuntes de cocina de mi mamá, y me encontré con la receta para merengues que como verán se hacían casi totalmente a mano. Mi mamá vendía estos dulces en Punta Arenas, los hacía a pedido y pasaba largas horas por las noches cocinando, cuando ya todos nos habíamos ido a acostar, creo que recién ahora, después de años en la cocina puedo valorar el enorme esfuerzo que ese trabajo le demandaba.
En la foto hay "callampitas", pinzadas y empolvados. Aquí va copiada textual la receta del merengue para hacer las callampitas, como verán era un trabajo tedioso que hoy podemos hacer con la batidora eléctrica.
Ingredientes: 6 claras, 2 tazas de azúcar, 1/2 cucharadita de polvos de hornear, vainilla, un chorrito.
Preparación: Póngase en la parte de arriba de un baño María las claras , el azúcar y el polvo de hornear , en la parte de abajo agua fría, colóquese sobre el fuego y revuélvase con cuchara de madera hasta que el agua hierva, para entonces el merengue debe estar lustroso y espeso. Sáquese del fuego y bátase con batidor de alambre hasta que se enfríe, agregue la vainilla, coloque la mezcla en una manga, y vaya formando círculos de merengue del tamaño de una callampa, así como tronquitos, todos sobre la lata con papel mantequilla espolvoreado con azúcar flor.
Se hornean en horno tibio durante 30 minutos, luego se aumenta el calor y se dejan 30 minutos más en el horno, hasta que estén levemente dorados.
Huevo Molle de coco (adaptación de la receta de las Rengifo, ¡mi mamá nunca la anotó en su cuaderno!)
16 yemas de huevo
1/2 kilo de azúcar
1/8 kilo de coco rallado
Con el azúcar se hace un almíbar casi de pelo. Se baten las yemas y se agregan al almíbar tibio. Se vuelve al fuego y se revuelve con cuchara de palo hasta que rompa hervor. Se saca del fuego y enfría un poco, se agrega el coco rallado y vuelve a poner en el fuego hasta que espese la mezcla. Dejar enfriar y armar las callampitas.
Poner los cuerpos de las callampas boca arriba, tapar con huevo molle dando forma de callampa, espolvorear con cacao amargo en polvo para dar el color café de las callampas, finalmente poner los troncos.
Como verán son recetas imprecisas, donde cada uno tenía que ir experimentando hasta lograr el resultado esperado: ¿"horno tibio"?, ¿Almíbar "casi" de pelo?. Eran sin duda otros tiempos, aunque debo aceptar que muchas veces he caído en la tentación de agregar los ingredientes "a ojo" que pesarlos y medirlos y los resultados no han sido tan malos, aunque irrepetibles.
Pamela,
ResponderEliminarQue bueno que estas rescatando estas recetas, parece que antes era típico eso de cocinar en las noches sin los niños interrumpiendo, mi abuela era así, pero mi mamá no porque siempre se acordaba de que le hubiera gustado aprender a cocinar con mi abuela y a mi me dejo ayudar de bien chica.
Pamela me ha gustado esta receta, y es verdad los aparatos qeu tenemos hoy en la cocina nos dan una ayuda tremenda.....no quiero pensar en hacer el merengue a mano ....
ResponderEliminarPOrque no tiene nombre la receta??Esto te ayudaria en el SEO, cualquier cosa dime y te comento un poco mas al respecto.
Mira yo siempre una receta de Coquitos, que quizas pueda gustarte.
Además te invito a que visites el blog:
recetas de cocina faciles, espero te guste y puedas incluirlo en la lista de blog que sigues.
Saludos Cata
Una pregunta:
ResponderEliminarNo os gustaría raptarme?
Jo.
Besos.
Pero qué buena pinta deben de estar muy buenas.
ResponderEliminarSaludos,
Pilar!:efectivamente mi mamá decía que cocinaba de noche para que no la molestáramos y eso que éramos pocos, sólo papá y yo!
ResponderEliminarCoquitos: ya corregí mi despiste y tenemos título
Torito: Si me recitas tus poemas mientras cocino, yo te rapto encantada
Leticia: Gracias por la visita
A mi me encanta hacer merengues, mis niños son fanáticos. Me ha gustado mucho tu blog.
ResponderEliminarSaludos
Oye Pame, me ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarCuantos recuerdos, Pta. Arenas, las noches en vela haciendo los dulces, el libro de las hermanas rengifo, el post de Anabella (magnífico), me alegro que pusieras algo de esto, hay que recatar lo nuestro caramba!
Un besote amiga.
jajjajaj, que buena con el toro!
ResponderEliminarClaudia! qué bueno que les haces los merengues a tus niños, los de paquete están tan llenos de conservantes.
ResponderEliminarKako: qué bueno el post de Anabella, realmente excepcional, una maestra. y el Torito, debe estarlo pensando, que no contestó, jejeje!
Nos ha gustado estos dulces que tienen que estar riquísimos.
ResponderEliminarBesotes
Ana y Víctor
Ana y Víctor: Son sin gluten, ya los subí hace años en el antiguo blog!
ResponderEliminarMe encantan las recetas llenas de recuerdos...Además se ven deliciosos...Buen fin de semana!!
ResponderEliminarDeliciosa entrada y unos dulces igualmente magníficos. Me encantan las recetas con una historia detrás.
ResponderEliminarun biquiño
No sabes el gusto que me ha dado pasar por acá y ver tu post. Gracias! por revisar el cuaderno de tu mamá y por mencionar la fuente de inspiración.
ResponderEliminarEspero sigas en eso de tanto en tanto, sé que con la enorme cantidad de recetario en libros y por internet una se tienta a probar y compartir recetas más nuevas (al menos para una).
Pero me parece importante no olvidar nuestra infancia golosa y toda la historia que hay detrás de la cocina materna, en este caso la tuya de Punta Arenas.
Espero que una de cada varias recetas, sea compartir tus recuerdos familiares a través de la cocina.
Gracias, me das (y dan) más energías para seguir. Tomaré nota de esta receta y si me autorizas la incluiré en una próxima reseña de dulces, siempre citando la fuente y dando los créditos.
Un abrazo y hasta pronto.
Con todo gusto Anabella, prometo subir más.
ResponderEliminarGracias Pamela, acabo de ver que subiste otras.
ResponderEliminarLa miraré con la calma y el ceremonial que se merecen.
Un abrazo grande para tí.
Hermoso recuerdo y reconocimiento del trabajo de tu mamá...
ResponderEliminarUn beso grande,
Marcela