Tarta de cerezas

Estoy desconcertada, pues se me ha perdido mi cámara de fotos aquí en mi casa, estoy segura que la voy a encontrar, pero por mientras no me queda más que seguir subiendo las recetas como pueda, así que será con lo que mi celular permita, estaba atardeciendo, así que en busca de luz salí a la terraza, aprovecho de mostrarles la vista desde mi cerro.

Con frutas frescas de estación o con algunas de conserva podemos hacer esta sencilla tarta o "kuchen", como nos gusta llamarlas en Chile. Yo la he hecho con cerezas negras en compota.

Para la compota de cerezas:

Lavar muy bien la fruta y hervir tres minutos en agua con azúcar al gusto. Yo he puesto dos kilos de cerezas en cinco litros de agua, en este caso  tres cucharadas de sucralosa en polvo. Por supuesto que para la tarta no he usado toda esa cantidad, he separado la cantidad necesaria, he escurrido el líquido y he sacado los carozos.

Para la masa:

250 gramos de harina tamizada
125 gramos de mantequilla
punta de cuchillo de sal
20 gramos de azúcar
1 huevo batido
2 cucharadas de agua muy fría

Vamos a juntar la mantequilla con el harina, la sal y el azúcar con ayuda de un estribo (como el de la foto, nada de ir a buscar uno a las caballerizas!) y luego agregaremos de la misma manera el huevo batido y el agua, mezclamos sin importar que la mantequilla se termine de integrar, formamos una bola y la envolvemos en papel aluminio para dejarla una hora en la refri.

La masa la podemos hacer en la procesadora si queremos, cuidando  de no ablandar la masa, luego terminamos con las manos formando la bola.

Pasada una hora estiramos rápidamente con el uslero y ponemos en la tartera que irá al horno a 200 grados por  20  minutos.

Relleno

Mientras se hornea la masa prepararemos la crema pastelera con

3/4 litro de leche entera
4 cucharadas de maicena
4 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de vainilla
1 yema

Calentar la leche con el azúcar en una cacerola. Sacar una taza de leche tibia para disolver allí la maicena, devolver la mezcla a la cacerola, revolviendo siempre, esperamos  a que suelte el hervor, en ese momento comenzará a espesar, cuando veamos el fondo de la cacerola sacamos del fuego y agregamos la vainilla y la yema, revolvemos y vertemos sobre la masa y decoramos con nuestras cerezas.