En toda mudanza se pierden cosas, algunas no aparecen nunca más, muchas se rompen, cada vez hay mejores formas de embalar, pero eso no impide algunas pérdidas. Mi madre decía que diez mudanzas equivalían a un incendio. Yo llevo mucho más que diez mudanzas en mi vida, pero la verdad es que no echo de menos nada de lo que se ha perdido en esos trámites. Los mejores recuerdos van en mi corazón, allí no se pierde nada.
Pero claro, cuando viajamos de Uruguay para Chile algunas cosillas no han aparecido más, es cierto que tengo algunas cajas todavía cerradas, pero mi molde savarin no está por ninguna parte, así que hoy uno más lindo que el antiguo (¡perdóname viejo savarin!) con interior de teflón me guiño el ojo desde un estante en el supermercado. Llegué directo a buscar una receta para hacer, esta no falla, la saqué de uno de mis libros de repostería más queridos: "Puerto Varas a la hora del té".
Puerto Varas es un pueblo al Sur de Chile enclavado junto al lago Llanquihue y de frente al imponente volcán Osorno, allí hicieron su hogar muchas familias alemanas venidas en el S. XIX. Lo que los chilenos llamamos "SUR" es -si lo ven en un mapa- realmente el CENTRO del país, misterios de la geografía y el centralismo. No sé si este libro se ha reeditado, ojalá así sea, pues es un libro histórico, bueno, aqui mis genes sureños me delatan. La autora es Marina Roa de Berner, quien consiguió que sus amigas de Puerto Varas hicieran sus mejores recetas familiares, pusieran sus mesas y dejaran fotografiar esas maravillas. Desgraciadamente el libro pone expresamente: "Prohibida la reproducción de las ilustraciones". Así que se van a tener que conformar con mis fotos no más.
Este es un mini-cake hecho en un molde ad-hoc, así no partimos el grande hasta el fin de semana.Ingredientes:
125 grs. de miel
50 grs. de azúcar
ralladura de una vaina de vainilla
125 grs. de mantequilla
2 huevos
1 cucharadita de canela en polvo
ralladura de una naranja
jugo de una naranja
300 grs. de harina
1 yogurt natural (ó 200 ml de leche)
Cobertura
100 grs. de chocolate amargo para cobertura
50 grs. de crema doble (nata)
Derretir la miel con la mantequilla y el azúcar al baño María. Dejar entibiar antes de incorporar los huevos, ralladuras, canela, jugo y finalmente harina con los polvos de hornear y yogurt. Nada más fácil, todo con la cuchara de palo no más, hasta obtener una masa homogénea y de textura suave. Poner en el molde savarin y llevar 40 minutos al horno.
Dejamos enfriar el queque y luego lo bañamos con con el chocolate y la crema que habremos derretido a baño María. Podemos adornar con mostacillas o almendras.
OMG! como pudieron resistirse de no partirlo hasta el fin de semana? se ve delicioso Pamela, y riquísimo me encnatan los queques de miel.No sabía de este libro pero me encanta Puerto Varas. un abrazo, gloria (aqui llueve y harto)
ResponderEliminarPues yo me conformo con tus fotos y me parecen estupendas.
ResponderEliminarY la pinta de este cake de delito.
Ideal!!!
Tiene una pinta tremendaa!!
ResponderEliminarSaludos.
Se ve delicioso!!! con un trocito me conformaba
ResponderEliminarPamela me comentabas que las semillas de hinojo lo mismo no la podrías conseguir yo las compré en un herbolario ya que allí tienen de casi todo , lo mismo lo puedes encontrar en algún herbolario o en una tienda de plantas que te las puedan vender.
Yo solo he hecho dos mudanzas en mi vida y acabe muerta jaja , me imagino con las tuyas madre mía!! yo no se si hubiera aguantado tantas
mil besossssss
Pamela, qué maravilla de postre! , me gusta también mucho el mimo que has tenido para presentarlo: el mantel y los platos llevan el mismo motivo, eres toda una detallista!. Tengo que probar esta receta, apetece con sólo mirar!. Un abrazo fuerte desde el otro lado del Atlántico y mil gracias por tus comentarios, siempre tan cariñosos. Un beso gordoooo!;( de mudanzas no hablo, que me pongo mala sólo de pensarlo!! jajajaja)
ResponderEliminarPamela tú lo has dicho, las cosas físicas se pueden sustituir pero nuestros recuerdos van siempre con nosotros, eso nunca se perderá. Este cake te ha quedado estupen, muy alto y con un corte muy tentador, se ve maravilloso. Me corto un trocito con tu permiso. Un beso.
ResponderEliminarMiel y naranja cubiertos de chocolate...muero de ganas por probar un trozo.
ResponderEliminarMenos mal que el libro no se perdió en una de tus múltiples mudanzas, ni la maña que te das al cocinar. Eso que te queda para siempre.
Bss, Carmen
Que colorcito te ha quedado, me encanta.
ResponderEliminarSaludos
Mudanzas uy que pánico jaja ahora mismo estoy leyendo "El cuaderno de Maya" de Isabel Allende por lo que ando muy chilena jaja
ResponderEliminarBesicos sorianos y felicidades por la receta:)
Vaya combinación de sabores, de maravilla y que bonito te ha quedado, ¿puedes mandarme un trocico? jajaja
ResponderEliminarBesitos
Por favor Pamela, esto está superior!!!que mpena no se pueda meter la mano por el monitor...
ResponderEliminar¡¡buenisimo¡¡ y no creo que las fotos del libro tengan nada que envidiar a las tuyas porque te han quedado preciosas
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
hi, thanks for coming by my blog and nic eto someone from the south america. Is this a honey cake? hope i get the translation correct. This is pretty and the texture looks soft to me! hope to come back here more often!
ResponderEliminar¡Qué tenga un buen fin de semana ( iwonder if this is correct)
Qué bonito te ha quedado, igualmente estará delicioso.
ResponderEliminarMe preguntas por los piononos, si son como bracitos de gitano pequeñitos y luego en lo alto de cada trozo se les pone un poquito de crema.
Besos.
Hola Pamela: Que espectacular se ve este quequito. Tiene una pinta maravillosa.
ResponderEliminarTe mando un abrazo grande y buen fin de semana.
Ese es el mejor merito, que hagas tu, y salga como salga es tuyo, y no creo que el original sea mas rico, porque se ve divino, un besito guapa
ResponderEliminarMuy rica tu receta! No te aflijas, tengo muchas más mudanzas que vos.... Sólo una vez se nos perdió una caja completa, tenía cosas de cocina, aún extraño mi colador grande de pastas, manteles, en fin....
ResponderEliminarUn beso,
Le he dado doble clik a la foto y casi me muero...¡ qué pinta tiene! Esponjoso, suave...ummm!
ResponderEliminar¡Qué rico, Pamela! ¡Te quedó preciosísimo, seguro nada tiene que envidiarle a las fotos del libro! Y qué lindos platitos de té tenés, si no son de porcelana china andan por ahí, no? Además de esos queques, unas tazas y platitos yo quisiera tener ahora! Feliz fin de semana!
ResponderEliminarQue delicioso queque de miel, Pamela.
ResponderEliminarY que bonito esto que nos cuentas de que los mejores recuerdos están en tu corazón.
Un saludo y buen finde.
Que sabia tu mamá, a mí también me ha pasado de perder cosas. La receta deliciosa, me encantan los queques de miel y que envidia me dio el libro, me encantaría verlo que sea!
ResponderEliminarHola Pamela muchas gracias por tu comentario, eres un cielo.
ResponderEliminarVengo a ver si me queda un trocito de este delicioso quequito.
Besitos.
PERO QUE COSA TAN DIVINA, Y ENCIMA CON CHOCOLATE AMARGO, QUE ES MI DEVILIDAD...
ResponderEliminarmE HE PASADO POR TU BLOG Y ME HA ENCANTADO, ASI QUE CREO QUE POR AQUI ME QUEDO ¿VALE?
Me parece delicioso este pastel, pero es delicioso también leer tus historias tan bonitas y entrañables, me hacen disfrutar y aprender, eres muy sabia, me gustas mucho.
ResponderEliminarcuchillitoitenedor
Hola Pamela guapa,me encanta el chocolate con la naranja.Aveces hacemos en casa foundee y lo hacemos con gajos de fruta con el chocolate y está de vicio.Que pinta tan buena,me llevo un pedacito para el postre.Feliz Domingo.
ResponderEliminarYo con lo que me conformaría es con probar esta delicia, ¡qué maravilla!.
ResponderEliminarY tus fotos me encantan...
No sabía que eras de Puerto Varas, conocí tu pueblo hace 8 años: es una zona preciosa.
Qué razón tienes con lo de las mudanzas, yo en la última perdí una camisa y un vestido, y no sé si alguna cosa más, jajaja..
Besotes.
Cuantos aromas y sabores bien combinados en este bizcocho, yo no sería capaz de tenerlo en casa preparado y sin empezarlo, se ve tan tentador...
ResponderEliminarBicos
Creo no había escuchado ni leido de ese libro, bueno tampoco es que sea muy dulcera. Pero lo que si se es que la repostería por Puerto Varas y Frutillar (también en Valdivia, Osorno) tan a la alamana siempre es muy buena. Otra que muestra la hilacha.
ResponderEliminarSe ve super!!!!
(De mudanzas ni hablemos).
q rico para tomar el te! me apunto!
ResponderEliminarQue bueno todo lo que haces, seres fantasticos como tu son los que hacen que yo publique y me preocupe por vosotra-os, gracias por lo agradable que eres en tus comentarios.
ResponderEliminarBesitos guapisima
digo seres como algo estupendisimo, aclaro, jejejeje.
ResponderEliminarBesitos de nuevo Pamela
Es war ein verbesserten Lebkuchen. Viel besser!
ResponderEliminarMás de 10 mudanzas.... dioss!!! yo no habría sido capaz de soportarlo. Yo sólo llevo 4 y si que se dejan o pierden cosillas en el camino ¿o siguen en esas cajas que nunca encuentras el momento de abrir?... pero no hay mal que por bien no venga, has encontrado un molde que hará tus delicias ¿verdad?
ResponderEliminarY sí, no hay nada que uno pueda echar de menos porque los mejores recuerdos van en el corazón y allí no se pierden (Me ha encantado).
El bizcocho de miel, tiene una pinta fabulosa y seguro que delicioso.
Saludiños
Que cosa más buena, a mi tambien me ha gustado mucho lo de los mejores recuerdos se llevan en el corazón, pero lo de tu madre el sabiduria pura y dura, 10 mudanzas equivalen a un incendo, no lo hubiera pensado nunca pero cuanta verdad!! siempre se pierden y se rompen cosas, aparte de esas que desechamos porque no hemos usado nunca y luego nos arrepantimos toda la vida jajaja, en fin el pastel de 10, me vy a buscar una excusa para hacerlo en casa. Besos
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